LA FORMA EN LA QUE EL DOLOR AFECTA NUESTRAS RELACIONES SOCIALES
Cuando las personas viven con dolor, pueden aislarse. El aislamiento puede amplificar el dolor en el cerebro. Cuando las personas no están socialmente conectadas, tienden a hacer menos y se centran más en el dolor.
COMO PUEDEN AYUDAR LAS RELACIONES SOCIALES
Podemos empezar a reconectar el cerebro y reducir el dolor cambiando algunos hábitos. Relacionarnos con los demás nos ayuda a ser más activos, felices y a centrarnos en lo que nos importa. Puedes decidir qué actividades tienen más sentido para ti.